miércoles, 2 de agosto de 2006

Joclon

Hoy el destino me ha dado una grata sorpresa. Los reencuentros siempre son buenos y más si se dan con alguien a quien se echaba de menos. Y no sé si lo tendrías planeado desde el principio o lo decidiste hace cuatro días. Pero me ha alegrado saber que yo seguía apareciendo de vez en cuando por tu memoria y de que a pesar de que estuviesemos a cientos de kilómetros de distancia, algó seguía uniéndonos de algún modo. No quería creer y no lo hice, y no me equivoqué al no hacerlo. Eres una de las primeras pruebas de que las cosas pueden mejorar aunque a veces parece que no es así.

Y no te guardo rencor. No sé si yo hubiese hecho lo mismo, porque no conozco tu situación, pero no creo que desaparecieses sin razones, y ahora sé que tampoco desapareciste por mi culpa (admito que esa sí que fue una duda que rondó por mi cabeza). Pero bueno, nada de eso, ni de aquello, ni de lo de más allá. Ahora da igual, la verdad. Y es raro, generalmente hubiese pasado de alguien que me hubiese hecho algo así. De hecho me habría incluso vengado (ya buscaría la forma), pero ahora creo que no me merece la pena. No ganaría nada y posiblemente perdería mucho.


Y últimamente no quiero perder, no quiero perderme. Quiero ganar, ampliar mi mundo y mi forma de verlo. Y no se ha enfriado nuestra relación, o al menos eso creo. Me diste las gracias por ayudarte, y yo te las doy por hacerme saber que te ayudé. Espero que ahora las cosas mejoren en tu vidilla y que no vuelas a irte de viaje sin avisar.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso espero no volver a desaparecer y si lo hago pues avisare, pero no creo, las cosas estan empezando bien aunque aun queda muxo por delante. Un saludo